Una persona que comparte los valores corporativos, que siente que forma parte de las actividades y del grupo de trabajo para alcanzar los objetivos empresariales es una persona más productiva. Las actividades de Employee Engagement se basan en esta simple cuestión: en la actualidad, el auténtico desafío para las empresas es ser capaces de aumentar la participación de sus recursos en un mercado laboral cada vez más fluido, internacional y en el cual las necesidades de los trabajadores han cambiado.
Descubramos en qué consiste y qué buenas prácticas es posible implementar para mejorar la participación e implicación de los recursos.
Comencemos explicando brevemente qué es el Employee Engagement, para luego intentar entender cómo aumentar la participación e implicación de los empleados. Si deseas leer la parte más práctica de este artículo, haz clic aquí.
¿Qué es el Employee Engagement? El Employee Engagement describe el nivel de participación e emplicación que los empleados y empleadas muestran en relación con la empresa. Por tanto, Un Employee Engagement elevado conlleva una mayor dedicación, entusiasmo y satisfacción en relación con la profesión que se desempeña.
A día de hoy, nos parece cada vez más difícil separar el éxito de una empresa, y por tanto su rendimiento de ventas y la calidad de sus servicios, de la felicidad de su plantilla o mano de obra. El negocio no depende solo de la solidez de la gestión y de la calidad de sus estrategias, sino también de la participación e implicación de todas las personas que las implementan cotidianamente.
De hecho, podemos partir de un concepto esencial: en la actualidad es cada vez más necesario valorar a los empleados como a los mismísimos clientes. Al igual que para el cliente es imprescindible vivir una Customer Experience ideal, para los empleados es fundamental vivir una Employee Experience satisfactoria en su empresa para sentir una gratificación real en su puesto de trabajo y estar dispuestos a mejorar su contribución para la evolución de toda la organización. Sin olvidar que, de este modo, estarán más motivados para permanecer en la empresa a largo plazo.
Y si la Employee Experience representa la experiencia global de una persona en una empresa determinada, no cabe duda de que el Employee Engagement será uno de sus elementos fundamentales: aumentar la participación e implicación de los empleados y empleadas contribuirá a que sientan que forman parte de la organización empresarial, mejorando notablemente la experiencia en su totalidad.
Las ventajas son evidentes, tanto para los empleados y empleadas como para las empresas:
Para llegar a este punto, la empresa debe preocuparse por sus recursos, motivarlos, valorizar sus responsabilidades y méritos, mostrar confianza en sus capacidades, confiarles responsabilidad en relación con los objetivos corporativos y permitir su crecimiento a través de programas de formación. Todos estos elementos son fundamentales para retener a los mejores talentos dentro de la organización y estimular su motivación y participación.
¿Cómo es posible desarrollar este último punto? Veámoslo juntos.
¿Por dónde empezamos para mejorar el Employee Engagement?
Por otra parte, y como es bien sabido, con las nuevas modalidades de trabajo híbrido, la comunicación interna y la implicación del personal se han convertido en dos prioridades fundamentales para las empresas con el propósito de involucrar tanto a los empleados en modalidad smart working como a aquellos que teletrabajan.
Para lograr que estas dos modalidades de trabajo se integren completamente en la organización, es necesario que la empresa cambie su cultura y aprenda a desvincularse de las lógicas presenciales en oficina, por ejemplo, valorando la productividad de las personas en base a los objetivos alcanzados. En resumen, el requisito previo es un cambio de ruta a nivel organizativo, favoreciendo la colaboración y el trabajo en equipo, la responsabilización y el empoderamiento del individuo, en vez de centrarnos en el tiempo que transcurren sentados en el escritorio.
A continuación, os indicamos algunos ejemplos de instrumentos que normalmente garantizan una Employee Experience digital, rica y atractiva:
Sin embargo, la tecnología, el trabajo Agile y el rediseño de los espacios no son suficientes por sí solos.
De hecho, la innovación se posibilita cuando la organización está lista para implementarla y transformar todo el ambiente de trabajo y la cultura empresarial.
Por tanto, se trata de un tema de liderazgo. Los cargos de la empresa con más responsabilidad deben ser capaces de aceptar el cambio, mirar hacia el futuro con confianza e influir en el ambiente laboral de la organización de forma positiva.
Esto es lo que hacen las personas que adoptan un estilo de liderazgo positivo. Un líder positivo es una persona capaz de guiar a su equipo hacia un mejor rendimiento y resultados sacando el máximo provecho del Employee Engagement, es decir, estimulando al personal para alcanzar un objetivo común con entusiasmo y participación.
Para facilitar la difusión de este tipo de liderazgo y mejorar el bienestar de la plantilla también se ha introducido el rol del Chief Happiness Officer, cargo que puede asumir un responsable de RR. HH. o incluso el CEO de la empresa, cuyo cometido es fomentar un ambiente de trabajo que potencie la felicidad y serenidad de las personas que trabajan en dicha empresa.
En concreto, el CHO se encarga de:
Encargándose de dichas tareas, el Chief Happiness Officer debe definir un plan estratégico para aumentar la satisfacción lo máximo posible, y también el Employee Engagement.
Hasta ahora hemos hablado sobre cómo aumentar el nivel de implicación del personal, pero ahora debemos entender cómo es posible medirlo.
A este respecto, existen diferentes métricas de implicación de los empleados y empleadas que representan indicadores útiles para evaluar y prever la motivación y el compromiso en el puesto de trabajo. Basándonos en dichas medidas, podremos identificar las áreas de intervención para mejorar el Employee Engagement dentro de la organización.
Claro que el compromiso del personal no se puede cuantificar fácilmente como si fuera un cuentakilómetros, ya que se trata de una combinación de factores relacionados con los aspectos subjetivos de cada persona: motivación, felicidad, satisfacción y compromiso. Por ejemplo, una persona puede estar muy implicada en su trabajo pero sentirse muy cansada, o estar satisfecha aunque no reciba feedback de los compañeros o del responsable del equipo.
Por este motivo, no existe una única métrica capaz de aportarnos toda la información que deseamos saber sobre el Employee Engagement de una organización. Para conocer de verdad a los empleados y empleadas, puede ser útil tener en cuenta diferentes elementos, como los que indicamos a continuación:
Los empleados y empleadas más involucrados son personas motivadas y productivas que saben cómo representar a las empresas en las que trabajan con óptimos resultados. En resumidas cuentas, realizar un seguimiento de los niveles de Employee Engagement es importante ya que a través de las métricas que hemos citado se pueden identificar los puntos fuertes y débiles de la empresa y resolver los problemas con antelación, aumentar el engagement del personal y conducir a la empresa hacia metas cada vez más ambiciosas.
Por último, debemos mencionar algo que es necesario tener en cuenta: la importancia del Employee Engagement para el Employer Branding corporativo.
Lo explicamos a continuación.
Para poder promover y fomentar la empresa, esta última debe contar con los aliados más preciados: los empleados y empleadas que pueden desempeñar el rol de embajadores.
Las organizaciones que fomentan las modalidades de trabajo más modernas y ágiles, más comprometidas con el equilibrio entre la vida laboral y personal y con programas de bienestar empresarial diseñados con éxito resultan más atractivas para cualquier posible candidato, sobre todo para los Millenial y los más jóvenes, aquellos más sensibilizados sobre estos temas. También son muy atractivas la formación y el impulso por la innovación digital, aspectos que la empresa no solo debe poner en práctica, sino también explicarlos detalladamente en todos los touchpoint, desde las redes sociales hasta las redes de comunicación interna.
¿Pero cómo estimular a los empleados y empleadas para que se conviertan en embajadores positivos de su experiencia en la empresa?
Aunque existen diferentes maneras, os damos alguna idea: en primer lugar, las empresas pueden organizar sesiones de formación breves en directo, como seminarios web o incluso cursos presenciales para formar a sus recursos sobre el uso de las redes sociales y sobre cómo comunicar a través de vídeos, y también sobre las ventajas que estos instrumentos pueden ofrecer tanto a nivel corporativo como personal.
Otro estímulo eficaz es la gamification, es decir, las dinámicas lúdicas que contemplan una competición «amistosa» basada en recompensas y reconocimientos para las personas más involucradas en la actividad de Employer Branding de la empresa. Las conversaciones que se generan en las redes sociales y en los canales de comunicación interna permitirán que las personas se conviertan en auténticas embajadoras preparadas para compartir los detalles de su experiencia de trabajo y la relación con la empresa con alegría y entusiasmo.
Además, aquellos que se involucren en esta actividad pueden disfrutar de algunas ventajas personales: ocuparse del propio personal brand también puede ser útil para ellos mismos con el propósito de ampliar su red, conocer nuevas figuras profesionales, darse a conocer en su sector profesional y obtener un reconocimiento a su labor.
Para concluir este pequeño repaso, ha llegado el momento atar los cabos de todo lo explicado hasta ahora: el Employee Engagement es un punto fundamental para lograr una Employee Experience satisfactoria y aumentar el nivel de gratificación y productividad de los empleados, involucrándolos en un equipo que comparta los mismos valores y objetivos.
En la actualidad, todo esto es posible gracias al sector digital y a la tecnología, que permiten un trabajo flexible y ágil, conectando e implicando a personas que trabajan en ambientes cada vez más internacionales.
Donde convergen compromiso, trabajo en equipo y objetivos compartidos no existen barreras espaciales, solo recursos unidos orgullosos de trabajar para su empresa y de ser embajadores positivos de la organización de la que forman parte.