¿Por qué motivos los candidatos rechazan tus ofertas?
¿A qué estrategias puedes recurrir para evitarlo?
«Gracias, pero prefiero no seguir con el proceso de selección ya que acabo de firmar un contrato con otra empresa».
Esta es la frase tan temida para cualquier responsable de RR. HH., sobre todo después de haber
pasado meses y meses diseñando la mejor estrategia de talent acquisition y tras una larga y agotadora fase de recruiting en relación con un puesto de gran importancia estratégica para el futuro de la empresa.
Desafortunadamente, los inconvenientes forman parte de cualquier trabajo, y en el mundo de los RR. HH., uno de los sectores donde la transformación digital ha hallado más terreno fértil, este tipo de situaciones suceden continuamente.
De hecho, los paradigmas laborales han dado un vuelco y requieren un cambio de enfoque que, para las empresas, no siempre es fácil adoptar.
Los aspectos que es más difícil adaptar son estos cuatro:
El objetivo del recruiting es encontrar un candidato para cubrir un puesto vacante. Por el contrario, el objetivo de una estrategia de talent acquisition es encontrar a los mejores talentos del mercado laboral, los que gracias a su talento mejoran de forma sobresaliente el rendimiento de las empresas. Aquellos que en el futuro podrían convertirse en líderes o jefes.
Se trata de algo completamente diferente, que requiere un proceso más eficiente por parte de todo nuestro equipo de RR. HH. No es una actividad dirigida simplemente a gestionar una necesidad temporal de personal, sino un proceso que va más allá y que consolida los cimientos para poder gestionar búsquedas parecidas en el futuro recurriendo a una metodología ya testada y afianzada.
La talent acquisition requiere una planificación a largo plazo, con un budget específico y objetivos mensurables.
Ante este cambio de paradigma, la respuesta «gracias, pero no estoy interesado» se vive como un pequeño fracaso que el departamento de RR. HH. debe saber afrontar como una oportunidad de crecimiento para todo el equipo y como parte del aprendizaje para mejorar el proceso.
No se puede culpar al candidato moderno y sumamente «tiquismiquis»: la digitalización pone en el candelero más oportunidades entre las que poder escoger, además de un conjunto de impulsos diferentes y personales típicos de la sociedad actual (por ejemplo, aceptar un traslado con mayor facilidad) que influyen en su elección.
2.1 Datos
Por tanto, analicemos qué razones llevan a los candidatos a escoger una empresa en vez de otra. Comencemos destacando algunos datos. Diferentes investigaciones llevadas a cabo sobre este tema han puesto de manifiesto que:
Gracias a nuestra experiencia cotidiana con los candidatos y a sus feedback y comentarios, ahora sabemos que estos factores han sido determinantes a la hora de tomar diferentes decisiones:
En vista de todo esto, te damos algunos consejos prácticos que te aportarán buenos resultados gracias a las numerosas experiencias que vivimos cada día con empresas de cualquier categoría, envergadura y sector:
1. Juega bien tus cartas en relación con el tiempo.
Cuanto más tardes en tomar decisiones, más oportunidades perderás. A veces, nos cuesta tomar decisiones porque el candidato solo cumple con el 95 % de las hard skill o porque siempre esperamos encontrar uno que nos cueste menos. Es más, todavía apostamos por candidatos que no nos podemos permitir en términos de atracción, rezando para que se queden prendados de nuestra empresa. Ganar tiempo esperando encontrar al candidato perfecto puede hacer que pierdas a los mejores, ya que otras empresas más decididas de la competencia se los rifan. Obviamente esto no significa que te tengas que acontentar con cualquier persona, sino que sepas identificar cuándo continuar insistiendo es contraproducente.
2. Deja un feedback a todos los candidatos y candidatas.
Una empresa decidida y que responde con prontitud inspira mucha seguridad. No recibir ningún tipo de feedback se percibe como algo sumamente negativo. Asimismo, si quieres dar un paso más allá, además de comunicar al candidato que no ha sido seleccionado, también puedes explicarle el motivo: de esta forma no sentirá solo el rechazo, sino una contribución para mejorar en futuras búsquedas de empleo, permitiéndote dejar una puerta abierta en caso de que tuvieras que volver a contactarle en el futuro.
3. Demuéstrale al candidato que para ti representa una inversión importante.
Frecuentemente se comete el error de querer poner a prueba la «auténtica» motivación de los candidatos proponiéndoles ofertas salariales bajas. Este tipo de actitud es un verdadero suicidio ya que el candidato no solo se sentirá devaluado y no aceptará la oferta aunque la empresa le vuelva a proponer las condiciones reales, sino que además perjudicará la imagen de la empresa al considerarla poco seria.
4. No subestimes la motivación en relación con las hard skill.
Mientras que los conocimientos se pueden adquirir y mejorar con el paso del tiempo, la motivación que lleva a los candidatos a querer trabajar para ti es un valor que te beneficia a largo plazo, evitando que tengas que contratar «mercenarios» que se irán a la primera de cambio, conllevando que tengas que afrontar nuevos gastos.
5. Propón proyectos concretos a corto plazo.
Salvo raras excepciones, la leyenda de que alguien acepta un nuevo trabajo para ganar lo mismo que ahora, no deja de ser una leyenda. Si no dispones de margen de negociación sobre la retribución anual bruta, intenta satisfacer al candidato con proyectos de formación, beneficios, planes de crecimiento, etc.
6. No presentes propuestas económicas el mismo día de la entrevista.
No exageres al querer ser muy eficiente: parecer «desesperado» puede que haga pensar al candidato que el trabajo esconde alguna trampa.
7. Mantén una actitud abierta ante candidatos y candidatas que provienen de un sector diferente.
Con este punto también rebatimos la última certeza del sector laboral que se remonta al 1900: aunque un candidato provenga de sectores diferentes, puede disponer de las capacidades de análisis, comunicación, velocidad de aprendizaje, creatividad, etc. que estás buscando, y su experiencia en otros sectores puede suponer un valor añadido que marcará la diferencia en el departamento en el que trabajará.
Ahora que hemos determinado cómo algunos mecanismos de recruiting están en completa transformación a causa de las tecnologías digitales, y cómo un cambio de paradigma traspasa el puesto del candidato durante el proceso de selección, solo nos queda prestar atención a los detalles para optimizar este proceso cada vez más complejo.
De hecho, el primer cambio que debes implementar para que no se te escapen los talentos es prestar mucha atención a aspectos que normalmente se pasaban por alto, y que se pueden mejorar sin que tengamos que esforzarnos más que antes o aumentar nuestro budget, tan solo cambiando nuestra mentalidad.