Si hace tiempo era deber de los candidatos impresionar a las empresas con las que querían trabajar, actualmente la relación entre empresa y recursos es casi equitativa; en efecto, en la mayoría de los casos, y sobre todo cuando se trata del tema de los talentos TI, es la empresa la que necesita atraer y fidelizar a los recursos y hacer todo lo posible para que se queden en ella.
Para lograr esto último, es necesario diseñar estrategias de employer branding eficaces: descubramos detalladamente cómo hacerlo y por qué.
El objetivo del employer branding es valorizar la empresa de forma que pueda resultar interesante y cautivadora para los potenciales candidatos (candidate attraction), para los empleados actuales (employee retention) y, por consiguiente, para los clientes.
El employer branding es la reputación de una empresa como lugar donde trabajar, y es la suma de la employer identity, es decir, la identidad de la empresa como lugar de trabajo, y de la employees value proposition, o sea, la experiencia laboral (retribución, relación con los compañeros, relación con el equipo directivo, etc.) de aquellos que trabajan en dichas empresas.
Al igual que el Marketing debe lograr que el producto o el servicio de la empresa se perciba como el mejor para sus clientes target, los RRHH deben lograr que los mejores recursos perciban que la empresa es el mejor puesto donde pueden trabajar. Por tanto, se diferencia de la brand reputation en que no se dirige a los clientes, sino a los candidatos activos y pasivos y a los colaboradores que trabajan en la empresa.
El employer branding es un trabajo que incluye directamente a diferentes departamentos: el de Recursos Humanos, como es natural, y el de Marketing, Comunicación, Ventas, e incluso a la Dirección General. El motivo de esta participación empresarial es simple: el valor de la empresa como lugar de trabajo incide fuertemente sobre la imagen de marca.
Esto se cumple especialmente por algunos motivos:
Por tanto, el employer branding no es solo una estrategia dirigida a la fidelización del personal o a las futuras contrataciones, se debe considerar como un instrumento útil para la empresa en todos los niveles.
Según una amplia investigación que llevó a cabo LinkedIn en el año 2019, más del 75 % de los potenciales candidatos realiza búsquedas sobre la reputación de la empresa antes de enviar su candidatura, y casi el 70 % de los mismos no aceptaría una oferta de trabajo de una empresa con una mala reputación. Por tanto, actualmente es esencial que un CEO o responsable de RRHH se pregunte lo siguiente: “¿a mi empresa se la considera un buen lugar donde trabajar?”
De hecho, una estrategia de Employer Branding tiene un impacto muy concreto, tanto sobre los costes empresariales como sobre la productividad. En particular:
En perfecta sintonía con la metodología OKR (Objectives and Key Results), y también con las estrategias de employer branding, se pueden establecer los objetivos que se desean alcanzar. Por ejemplo:
Normalmente son los responsables de RRHH los que guían la estrategia de employer branding de la empresa: la tarea que nos compete, a los profesionales de RRHH, es elaborar la mejor estrategia posible para nuestra empresa. A la hora de desempeñar este rol, es fundamental definir algunos pasos fundamentales: veamos juntos cuáles son.
comunicativa, que impulse a la empresa según los objetivos determinados y la identidad que se desea obtener. Las tecnologías digitales, en este sentido, son un gran aliado para el Employer Branding: un uso correcto y constante de las páginas empresariales, la publicación de ofertas de trabajo en las redes sociales y la implicación de algunos empleados como embajadores de la marca son instrumentos útiles para divulgar y construir la propia reputación online.
Como ya hemos visto, uno de los factores que puede garantizar el éxito de una estrategia de employer branding son las redes sociales. Pero, ¿por qué tienen esta importancia?
A día de hoy, la mayor parte de los empleados y clientes busca información, experiencias y participación en estas plataformas. Estas actúan como “primera impresión” y, como ya sabemos, jamás se tiene una segunda oportunidad para causar una primera buena impresión.
Es importante saber que:
El uso de las redes sociales para respaldar una estrategia de employer branding probablemente es muy útil: permite a las empresas echar un vistazo a lugares virtuales donde los candidatos ideales están activos y utilizar un medio más cautivador y auténtico en comparación con las plataformas de trabajo o comunicación clásicas.
La implicación de algunos empleados como embajadores de la marca está estrechamente vinculada con la estrategia comunicativa que se debe adoptar en un plan de Employer Branding. El término apropiado otorgado a esta actividad es Employee Advocacy.
Los programas de advocacy de los empleados animan al personal a hablar de la marca en sus redes sociales. Para monitorear y gestionar de la mejor manera posible las actividades de advocacy, los departamentos de RRHH y Marketing pueden hacer uso de numerosos softwares digitales que simplifican las actividades de creación y análisis de contenidos.
Queda claro cómo están estrechamente relacionados los conceptos de Employer Branding y de Talent Acquisition. De hecho, actualmente cualquier tipo de estrategia empresarial vinculada al lugar de trabajo tiene el objetivo principal de atraer talentos, superando el desafío de la alta competitividad profesional.
Desplazar el foco de las estrategias de reclutamiento a la Talent Acquisition es, en este sentido, un cambio cultural para muchas organizaciones modernas. Significa dar un paso más allá respecto a la única actividad de búsqueda y selección de personas que se desean contratar, con el objetivo de adoptar un auténtico proceso estratégico de ciclo continuo que incluya los procesos de atracción, contratación y, sobre todo, fidelización.
El proceso de Talent Acquisition se apoya necesariamente en las actividades de Employer Branding, que ayudan a definir y destacar la imagen de la empresa, su cultura organizativa, su reputación, los recorridos de desarrollo de personal y todos los factores distintivos que permiten que la marca empresarial sea única, y fomentan que los talentos presentes en el mercado la prefieran respecto a otra marca de la competencia.
La última pregunta que debemos hacernos es: ¿cómo calcular los resultados de una estrategia de Employer Branding?
El ROI (Return on Investment) o rentabilidad es un indicador presupuestario muy utilizado, sobre todo en el sector del marketing, para definir la eficacia de las estrategias aplicadas. Para aquellos que también se ocupan del reclutamiento, el hecho de que el ROI en este sector sea muy difícil de calcular no es una novedad. Esto sucede porque es complicado reducir el proceso de reclutamiento de talentos a una relación de costes-eficacia.
Para evitar análisis erróneos de los resultados visibles, o del número de personas que se contratan, existen diferentes parámetros. Los más utilizados son:
Entender cuál es el mejor parámetro a utilizar depende de las características intrínsecas de la empresa, además del sector y de los objetivos preestablecidos a priori de dicha estrategia.
Para concluir esta guía dedicada al Employer Branding, os proporcionamos algunos consejos y prácticas recomendadas del sector.
Tu estrategia de employer branding no es solo una forma para crear una cartera de talentos, sino un pensamiento sistémico que se debe integrar en todo el ciclo de vida del trabajo, desde las entrevistas de contratación hasta los programas de fidelización, sin olvidar el modo de comunicarse tanto dentro como fuera de la empresa y las salidas profesionales de la misma. De esta forma te recordarás de forma positiva.
A través de un canal de YouTube empresarial, por ejemplo, es posible mostrar el ambiente de trabajo, cómo se divierten los empleados o cómo se preparan para un gran evento, ya que participan en algunas de las actividades o programas específicos de formación de la empresa. Cada red social posee su propio lenguaje, y el Marketing podrá ayudarte en este aspecto estratégico.
Un ejemplo que vale la pena nombrar es Life at Google, que además de ser un canal de YouTube también es un blog, un perfil de Instagram y una página de Facebook, donde los empleados de una de las empresas más famosas del mundo cuentan en primera persona su trabajo y los elementos fundamentales de la cultura empresarial, difundiendo una imagen más “inclusiva” de toda la empresa.
El aprendizaje y el crecimiento dentro de una empresa ahora son componentes indispensables para construir una marca fuerte como empresa.
Esta verdad es tan irrefutable que diferentes empresas han comenzado a crear sus propias academias de formación internas para sus empleados. ¿Algunos ejemplos prácticos? La Escuela del Molino de Molino Quaglia, el Wellness Institute de Technogym, la Eni Corporate University de Eni y la Universidad del Café que inauguró Illy. Empresas que, de hecho, han creado una propia estructura interna que selecciona y forma a los empleados con las competencias necesarias. La cantidad de este tipo de proyectos crece constantemente.
El Employer Branding no consiste solo en comunicar al exterior cuánto es bueno el ambiente de trabajo del que formamos parte. También se trata de proporcionar a los empleados la información que necesitan, guiarlos en su carrera, mostrar interés por sus pasiones, recordando en todo momento que la base del éxito profesional se halla en las relaciones.
La Responsabilidad Social de Empresa ya no es un factor secundario. Los talentos, así como los profesionales con experiencia, prefieren trabajar para empresas comprometidas con causas sociales, ambientales, vinculadas a la diversidad o a otros temas, y dispuestas a invertir en las comunidades que las rodean.
Ya hemos tratado este tema muchas veces en el blog: una empresa innovadora es una empresa abierta al cambio, que no tiene miedo de experimentar con soluciones tecnológicas.